Unos científicos han restaurado la capacidad auditiva en ratones que la habían perdido parcialmente por ruido, usando herramientas avanzadas para estimular la producción de una proteína clave en sus oídos. Al demostrar la importancia de dicha proteína, llamada NT3, para mantener la comunicación entre los oídos y el cerebro, este nuevo avance, obra del equipo de Gabriel Corfas, de la Universidad de Michigan en la ciudad estadounidense de Ann Arbor, abre la puerta hacia investigaciones en humanos que podrían mejorar el tratamiento de la pérdida
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