n un momento en que Ceuta estaba al borde del abismo por la avalancha migratoria que provocó la entrada irregular en la ciudad de aproximadamente 8.000 personas, había quien se frotaba las manos y comenzaba a hacer cuentas de la tajada que podría sacar con la crisis social. A.M. era una de ellas. Líder de una 'banda policriminal' que se extendía por El Príncipe, Benzú y Los Rosales, confeccionó un entramado de tráfico de personas para cruzar a la Península a menores no acompañados (menas) cuyos pasajes pagaban sus familias. 3.000 euros.
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