Cuando era pequeño, el Papa Juan Pablo II vino a Granada. Durante el camino desde el aeropuerto hasta la ciudad el ‘papamóvil’ se rompió y tuvo que ser recogido por un autobús de línea. Sentado en un antiguo asiento que en aquella época usaban los cobradores del autobús se paseó por toda la ciudad ante la atenta mirada de más de 200.000 personas. Recuerdo perfectamente el gentío y la emoción de estar en la calle esperando al Papa.
|
etiquetas: falsos recuerdos , algoritmo , imaginación