Internet, los teléfonos móviles, las redes sociales y el software de edición aumentaron exponencialmente la oferta de contenidos. En un artículo anterior hablamos de las dificultades de la plataforma de streaming Twitch para manejar el aumento de las quejas de las discográficas. El reclamo de las discográficas tiene sustento jurídico, aunque no deja de ser ridículo ya que la utilización de la música no se hace con fines comerciales, pero hay otros que tienen aún menos sentido.
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