Cuando en el año 1914 los alemanes avanzaban hacia París, Marie Curie, una de las científicas más reconocidas de la historia, decidió que su prioridad era poner a salvo el trabajo de toda su vida para evitar que fuese destruido o cayese en malas manos. Reunió todo el radio del que disponía, lo metió en un contenedor especial y se lo llevó a Burdeos, donde lo dejó en una caja de seguridad de un banco local. Con su trabajo a salvo, Curie, de armas tomar, caviló el modo de poner sus manos y su conocimiento al servicio del esfuerzo colectivo para
|
etiquetas: marie curie , rayos x , primera guerra mundial