Otoño es época de higos, una deliciosa fruta de temporada cargada de nutrientes esenciales. Los perros pueden comer higos siempre que sean frescos y con moderación. Sin embargo, para los gatos es una fruta tóxica no apta por su contenido en psoraleno. Además, la planta de la higuera es tóxica para ambos.
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