Una instalación masiva para cazar la partícula más ligera y escurridiza: el neutrino. Durante los últimos 15 años, la localidad alemana de Eggenstein-Leopoldshafen, al pie del Rin, se ha estado preparando para acoger y ver funcionar un mastodonte de 24 metros de altura diseñado para medir la masa de esta partícula que nadie ha podido ver. Bautizado como KATRIN (Karlsruhe Tritium Neutrino), se pone ahora en marcha de la mano de 150 investigadores básicos, ingenieros y estudiantes.
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