Este principio se ha incorporado a nuestra existencia cotidiana, formulado de otra manera: no es posible medir con exactitud nada en esta vida, porque el acto mismo de medir modifica lo medido. Si uno entrevista a un político para conocer su pensamiento, no podrá averiguarlo, porque el prócer de turno camuflará de manera camaleónica sus ideas -en función de intereses oportunistas- al saber que van a ser publicadas. Es lo que se conoce en lenguaje de la calle como postureo, llevado a su olímpico apogeo por Alberto Ruiz-Gallardón.
|
etiquetas: principio de incertidumbre , cifuentes , pp , corrupción