La mayor parte de la producción del calzado en Villena se da en talleres clandestinos o en casas. Según recoge el Convenio Colectivo para la Industria del Calzado, las aparadoras que trabajan en sus domicilios deben estar aseguradas y percibir “el salario fijado [...] más un 10% del mismo salario en concepto de gastos generales (luz, herramientas, etc.)”. Las trabajadoras afirman que no conocen ningún caso en el que el convenio se haya cumplido en ese sentido.
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