Para ella era una urgencia máxima. Su rostro estaba afeado por un visitante inesperado, por lo que el pasado lunes decidió que la tenía que ver un médico. Es ahí donde se le complicó la cosa, ya que no sabía cómo llegar al ambulatorio de Marbella. El herpes que tenía en el labio, y que suele ser fruto de un proceso viral, era un pasajero incómodo para la chica de 18 años
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