El exseleccionador español de baloncesto, apadrinado directamente por Pedro Sánchez para convertirse en precandidato socialista a la alcaldía de Madrid, habría seguido un rumbo similar al periodista Maxim Huerta. Durante casi una década, usó una mercantil para cobrar por la cesión de sus derechos de imagen, las decenas de charlas de motivación empresarial que ha impartido por toda España y la edición de publicaciones. La empresa le habría permitido tributar por esos ingresos al tipo del 25% del impuesto de sociedades, mucho más favorable
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