Según esta fuente, el bombardeo "dañó gravemente" una estación de nitrógeno y oxígeno y un "edificio auxiliar". “Todavía hay riesgos de fugas de hidrógeno y sustancias radiactivas, y el riesgo de incendio también es alto”, dijo. “El bombardeo (…) ha provocado un grave riesgo para el funcionamiento seguro de la planta”, prosiguió Energoatom, indicando sin embargo que sigue produciendo electricidad.
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