El Imperio Británico domina la mayor parte del mundo mientras el resto de potencias europeas gobiernan y explotan partes más pequeñas de África y Asia. Enormes veleros tardan semanas en cruzar el océano cargando especias, algodón o marfil. A veces, esas naves se mecen en puertos como los de Singapur o Marsella, alrededor de los cuales los marineros se emborrachan, y abundan las prostitutas y una caótica población multirracial.
|
etiquetas: joseph conrad , globalización , terrorismo , inmigración