Este finde en Cabo de Gata una pareja de homosexuales sufrió una agresión a mano de un padre y un hijo. Todo lo ocurrido es verdaderamente escandaloso y nauseabundo, como el hecho de que un tontarra de 25 tacos se atreva a patear y hostiar a un hombre con esclerosis múltiple y casi SETENTA años. Pero aún es más triste que los agresores no sufrieran ningún castigo posterior y se quedaran tan ricamente en la playa, porque las comisarías se ve que sólo son para perroflautas sindicalistas bolivarianos.
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