Corría el mes de mayo de 1981 y el periodista Federico Jiménez Losantos, que había militado en las filas del maoísmo, era profesor en el Instituto Nacional de Enseñanza Media en Santa Coloma de Gramanet. El Viejo Topo le había concedido un premio y Ajoblanco publicó uno de sus más exitosos libros. También había sido uno de los firmantes del Manifiesto de los dos mil trescientos, publicado en enero de aquel año y en el que se denunciaba el «manifiesto propósito de convertir el catalán en la única lengua oficial de Cataluña».
|
etiquetas: terra lliure , federico jiménez losantos , historia