O'Leary, el consejero delegado, que se ha caracterizado por su altivez y su soberbia, es un hombre espectáculo cuyo 'show' ha ido siempre en la misma dirección. Ha ofendido a todo el mundo. Hay muchos ejemplos, pero basta con tres para entender su personalidad: “¿Vamos a pedir perdón por nuestro pobre servicio al cliente? Por supuesto que no”; “No queremos oír vuestras historias lacrimógenas. ¿Qué parte de 'no hay reembolso' no habéis entendido?”; "¿Cómo mantener a nuestros empleados motivados y felices? Mediante el miedo”.
|
etiquetas: ryanair , lowcost , modelo de negocio