Elena Smocot informó a la policía que al darse cuenta que el bebé se parecía a su amante, lo tomó por las piernas y comenzó a golpear su cabeza contra los muebles, hasta que el niño dejó de gritar. Luego lo estampó contra el suelo en repetidas ocasiones. Otros dos niños, de 4 y 7 años, salieron de casa para dar la alarma a los vecinos. La mujer tomó una baldosa rota y destripó al bebé con ella, metió los restos del niño en una bañera, y luego los puso en bolsas plásticas. El tribunal dictaminó que estaba en pleno control de sus acciones.
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