Minutos antes de las ocho de la tarde los primeros aplausos rompen los murmullosos en una plaza que empieza a llenarse. Las amigas de Samuel están frente a los soportales del Palacio Municipal de María Pita y alguna de ellas no puede aguantar las lágrimas ante la acogida de la gente. Llevan puestas unas camisetas blancas con el rostro de su amigo, con la bandera del arcoiris y con un lema:
#JusticiaParaSamuel. Cuando el reloj del consistorio marca las ocho de la tarde ya no cabe nadie en la María Pita.