Ramos, de 40 años, y Liu, de 32, no habían hecho absolutamente nada, simplemente estaban sentados en el coche y ni siquiera pudieron sacar sus armas para defenderse ni llegar a ver a su agresor, un hombre de 28 años llamado Ismaaiyl Abdullah Brinsley que decidió que las muertes de los dos inocentes debían ser vengadas por él mismo. Poco le importó que con su decisión iba a romper familias, que iba a dejar a un adolescente sin un padre y referente en el que apoyarse. Jaden Ramos, de 13 años, quiso acordarse de su padre en un desgarrador mensaje
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