Sorprendente fue un caso de robo de ganado mostrenco en el monte barbanzano, que el Seprona logró resolver partiendo de una simple fotografía de un becerro. Es ahí donde se demuestra el amor y pasión por la naturaleza del equipo del Seprona de Noia. «Cuando nacen dos becerros suelen tener rasgos en común, y aquellos no tenían ninguno», afirma Rojo. Fue así que se abrió un atestado que finalizó con pruebas genéticas que confirmaron que ese animal había sido robado a otro ganadero.
|
etiquetas: seprona , vertederos , cebos ilegales , robo ganado , lobo