Comienza en Madrid el primer juicio contra la familia Franco por choriceo. El choriceo, ese concepto asociado a vagos y maleantes en la España del abuelo Francisco, constituye siempre el fin último de una dictadura. ¿Qué hay más lógico después de secuestrar a un país que quedarse con sus bienes? Mientras se ponían de moda los chistes de gitanos robando melones, los Franco se hacían, sin tener que saltar vallas de noche, con los mejores melones del país.
|
etiquetas: juicio , familia franco , estatuas románicas