"Reconozco que no me he independizado antes porque en casa de mi madre estaba muy a gusto. No ha sido por falta de recursos. Tengo trabajo desde hace cinco años y un sueldo digno. Pero con ella no tenía que preocuparme de todas las responsabilidades que conlleva mantener tu propio piso. El único dinero que gastaba era en mis caprichos", confiesa este treintañero.
|
etiquetas: jovenes , emancipación