Un adolescente, de 18 de edad, decidió entrar en una vivienda privada de Toulouse (Francia) con sus amigos para disfrutar de su piscina, aunque sin autorización. En el intento de bucear, el chico quedo tetrapléjico. Según la ley, son los propietarios quienes deben responder por los daños causados por personas que resultan perjudicadas dentro de su domicilio, incluso si esta persona se encuentra “ilegalmente en el lugar”, debiendo demostrar que la vivienda se encontraba en buenas condiciones antes del allanamiento
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