El año 2022 no va a ser bueno para los fabricantes de automóviles, y mucho menos para los usuarios que decidan comprar un vehículo. Sin salir todavía de la crisis de los semiconductores, que lleva azotando al sector varios años, y con el precio de la energía disparado desde hace meses, un tercer factor apunta a encarecer enormemente los costes de producción: el aumento del precio de metales como el níquel, el paladio o el aluminio como consecuencia de la guerra de Ucrania.
|
etiquetas: automóviles , níquel