Jorge Marcos Fernández intenta que los móviles le duren el mayor tiempo posible. El último que tuvo fue un Samsung, que a los seis años se le quedaba “muy corto”. “Abrir Spotify era un parto, usaba Google Maps y se lagueaba [ralentizaba] un montón. Era una agonía verlo funcionar”, recuerda. Al plantearse comprar uno nuevo, este joven de 27 años tenía dos prioridades: que fuese fácilmente reparable y que utilizara materiales reciclables y conseguidos de forma sostenible. Optó por el Fairphone 4, un terminal pensado para ser arreglado fácilmente
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