«Después de soltar dinero a dolor y comprar clubes por todo el globo terráqueo, aceptamos con normalidad que el actual campeón de la UCL sea propiedad de un estado dictatorial. Arabia ha sabido medir los tiempos como nadie. Incluso «dejó» que Qatar actuase de parapeto ante el mundo. Una vez pasado el Mundial de 2022, ya nadie se acuerda de si en Qatar había esclavitud. Las monarquías absolutistas del Golfo no quieren demostrar ninguna superioridad racial ni física como Mussolini, solo mostrar una cara amable que tape sus crímenes político»
|
etiquetas: fifa , corrupción