Ángela Gil de 47 años, fallecía en su piso por una insuficiencia respiratoria, sin que nada se pudiera hacer por salvar su vida. Todo parece indicar que utilizó el producto en el fregadero de la cocina tal y como indican las instrucciones. Algo fue mal, tal vez algún tipo de reacción química que le provocó un fallo respiratorio severo. La familia se reserva ahora la posibilidad de emprender acciones legales contra la compañía responsable de la fabricación del producto, de uso doméstico y a la venta en los líneales de droguería.
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