El caso de Zaida Cantera ha abierto la caja de los truenos. Su relato ha animado a otras mujeres militares a romper su silencio y denunciar las actitudes machistas que han sufrido en el Ejército. La situación se agrava aún más cuando hay embarazo de por medio. Soldados embarazadas aseguran que algunos mandos militares -una minoría- les hacen la vida imposible en cuanto hacen público que están esperando un hijo. Esta es la historia, en primera persona, de la exmilitar Laura -nombre ficticio-.
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