España es un país abonado a la distorsión. Su percepción sobre diversos temas resulta espeluznante: la unidad de la patria, la justicia y la monarquía son ejemplos diáfanos de esta patología. En el caso de la corona, sin embargo, la cosa llega al paroxismo: por mucha porquería que emane de los Borbones, da igual: es más fácil mirar hacia otro lado que asumir la cruda realidad. Una realidad que habla de corrupción, de mentiras, de codicia. De un país que se resiste a superar la herencia franquista y que se empeña en defender una institución...
|
etiquetas: monarquía , borbones , españa , porquería , corrupción