Fernando se enteró de la existencia de ARC Trader un día en el gimnasio. Un compañero del centro le comentó que había dejado sus ahorros en manos de Andrés Raúl Cano, un exfutbolista del Alcorcón Club de Fútbol metido a empresario. En cuatro meses, sus 3.000 euros se habían transformado en 6.000. Una rentabilidad que ninguna firma de inversión puede ofrecer, y menos con los tipos de interés oficiales en negativo.
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