Primero. Muchos enfermos, sobre todo los terminales (aquellos que fenecerán en menos de seis meses a pesar de tratamiento médico óptimo) no quieren saber ni los pormenores ni cómo ni cuándo sobrevendrá el final. ¿Qué hacer? Dosificar la verdad de acuerdo a los requerimientos del afectado y respetar sus deseos (su autonomía) es correcto. Segundo. Muchos familiares de enfermos le solicitan al médico “mentir” y no ofrecerle al afectado toda la información. ¿Qué hacer?
|
etiquetas: bioética , enfermos , mentiras , aseguradoras