Vivo en el centro de Madrid, epicentro del alumbrado navideño de la capital, y el próximo 23 de noviembre se acaba mi paz mental con el encendido de las luces. Como todos los años, estos LED, que para mí significan ruido y multitudes, atraerán con alegría e ilusión a miles de adultos y niños. De hecho, yo soy un poco Grinch pero lo normal en mi círculo cercano es esperar y participar con gusto de este evento social. Y, tal vez, prueba de hasta qué punto triunfan pueda servir el hecho de que, cada vez más ayuntamientos, se toman el ddecorado...
|
etiquetas: españa , tradición , competición , decoración , navidad