Cada año, con morboso deleite, espero la aparición del cartel del Día de las Fuerzas Armadas como otros esperan que en el Rocío salten la verja. Unas fuerzas armadas desprovistas de armas que, aparte de un disparate, serían absurdas cuando el enemigo sí las tiene. Para darnos, en fin, una imagen simpática, amable, dicharachera, tierna, incluso pacifista, de las mujeres y hombres a los que confiamos la defensa de los valores que todos defendemos, etcétera. De nuestros solidarios, simpáticos, democráticos, soldadas y soldados.
|
etiquetas: fuerzas armadas , militar , soldado , armas , violencia