Los desarrolladores de las aplicaciones no eran conscientes en la mayoría de las ocasiones del problema, porque el código malicioso se encontraba integrado dentro de un SDK (RXDrioder). Las aplicaciones afectadas habrían acumulado más de 150 millones de descargas, aunque ya han sido retiradas de la Google Play Store, aunque esto no significa que se elimine también de los dispositivos donde fueron instalados, ya que seguirán funcionando.
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