“Recurrí a un matrimonio temporal por dinero”, admite Roshanak. Llega sin aliento y se apresura a sentarse ante una gran mesa de madera oscura en el despacho de su abogada en Teherán para conceder una entrevista que le sirve de desahogo. Elige como nombre ficticio uno que significa claridad, pese a que le ha tocado una vida marcada por “la soledad y mucha oscuridad”. Sus ojos no tardan en llenarse de lágrimas, le tiemblan las manos que sujetan una carpeta de plástico transparente que contiene dos folios cuya utilidad es prácticamente nula.
|
etiquetas: irán , matrimonio , temporal , legalización