Los refugiados del campamento de Lipa, en Bosnia, que quedó arrasado por un incendio en Nochebuena, lamentan que son tratados "como animales". "No tienen humanidad; no hay humanidad", lamenta uno de los refugiados. Algunos tienen dinero suficiente para ir a un hotel, pero la ley les impide salir y los bosnios de los alrededores tampoco quieren recibirlos. los que son enviados de vuelta a Croacia reciben el trato vejatorio de la Policía croata: "Les queman la espalda con agua caliente; este tipo de prácticas es común".
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