En total, se oficiaron tres entierros. Primero, la enterraron a toda prisa (de mala manera para disgusto de las monjas) en el convento de Alba de Torres y pronto ejecutaron su primera exhumación. Tardaron cuatro días en retirar tierra y piedras. Lo encontraron incorrupto. Antes de instalarla en el nuevo féretro el padre Jerónimo Gracián, su director espiritual y amigo, pidió verla y se asombró de su conservación (“los pechos, me admiré de verlos tan llenos y altos”).
|
etiquetas: santa , teresa , jesús , franco , mano , cuerpo , desmembración