Según el historiador Erwin Panofsky ni Arnolfini ni su nueva esposa tenían parientes en Brujas y la costumbre en ese momento era registrar dos testigos de la boda. "Para que podamos entender la idea original del cuadro: fue un retrato conmemorativo y un documento al mismo tiempo, Y en el que un conocido caballero-pintor firmó su nombre como artista y como testigo". "Aquí intento mostrar al mundo su técnica con la ayuda de dos espejos", explica el diseñador gráfico húngaro István Orosz. Recomendado
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