Si sumamos lo defraudado por el caso Malaya (2.400 millones) más la del caso Edu (2.000), caso Eres (1.200), Gürtel (120) más los 3.000 millones de Oleguer Pujol nos da un montante de 9.000 millones. España cuenta con más de 15.200 millones despilfarrados en obras de muy díficil justificación. Los gastos más alarmantes se encuentran en proyectos arquitectónicos que juntos suman casi 9 millones.
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