El contagio por contacto con superficies es inusual. La Organización Mundial de la Salud y las agencias nacionales de salud pública deben aclarar sus recomendaciones. La falta de claridad sobre los riesgos del contagio por superficies, en comparación con el riesgo mucho mayor que representa la transmisión a través del aire, tiene serias implicaciones. Se sigue dando prioridad a costosos esfuerzos de desinfección, cuando se podrían dedicar más recursos a enfatizar la importancia de las mascarillas e investigar cómo mejorar la ventilación.
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