La sentencia considera probado que Donoso, de 68 años, alojó en 2013 en su casa parroquial de Mengabril, de 500 habitantes, a un matrimonio rumano sin recursos. Un año después, el párroco “procedió a mantener relaciones sexuales” con un hijo de esta pareja. “Llego a pasar la noche y a dormir en la misma cama con el menor... también abusó en 2014 de un segundo niño de 12 años. Se trata de un monaguillo que formó parte del grupo de jóvenes de catequesis. El menor sufría un trastorno de aprendizaje y de déficit de atención.
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