Aquella expresión española "a perro flaco todo son pulgas" sienta hoy de maravilla al Grupo Espirito Santo (GES), propiedad de la familia del mismo nombre, que durante más de un siglo fue todo un símbolo de poderío económico y financiero y de influencia política y social en Portugal. El penúltimo capítulo de las desgracias que cayeron durante los últimos meses sobre los Espírito Santo, tiene una dimensión histórica: solo entre abril y junio, el Banco Espírito Santo (BES) registró un resultado negativo de 3.488 millones de euros...
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