Unas 168 columnas de burbujas de metano han surgido en la costa oeste de EEUU, en los estados de Washington y Oregon, en la profundidad donde el hidrato de metano se descompondría si el agua se ha calentado. Así que no es probable que sean emitidas sólo por los sedimentos sino también de la descomposición del metano que ha estado congelado desde hace miles de años. El metano es un poderoso gas de efecto invernadero y además los microbios marinos lo convierten en CO₂ acidificando las aguas. Rel.:
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