Hace unos días Scotland Yard responsabilizaba de la ola de violencia que vive Londres a un estilo musical llamado drill, que los medios ingleses ya han pasado a tildar como «demoníaco». El vínculo entre delincuencia y música no es algo nuevo, desde luego. (...) Ha habido géneros dedicados en exclusiva a ello, desde los narcocorridos al gansta rap, con tipos tan temibles como Brotha Lynch Hung, que habla en sus letras de hacer croquetas con bebés.
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