Si se ha comprado un BMW o un Mini desde el año 2007, esta historia le interesa. Especialmente si decidió hacerse con uno de esos “nuevos” motores diésel de cuatro cilindros que la marca alemana había sacado al mercado con dos cilindradas: 1.6 y 2.0. Parece imposible que un coche de alta gama presente fallos estructurales (de fábrica) que impliquen directamente cambiar el motor, pero así es. Pero más grave es que Manuel Terroba y su predecesor, Guenther Seemann, presidentes de BMW en España y Portugal, hayan querido ocultar el fallo.
|
etiquetas: bmw , fallo , motor , coches , averías