La única luz que se ve por la noche en este edificio de viviendas protegidas, propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, es la del vigilante de seguridad: está ahí las 24 horas del día para evitar que lo ocupen. En su interior hay 14 pisos de protección oficial completamente vacíos, acabados desde hace casi dos años, que no tienen ningún uso a pesar de los problemas de acceso a la vivienda que hay en la ciudad.
|
etiquetas: vivienda , barcelona , ayuntamiento , viviendas protegidas , ocupación