Barbie incorpora como crítica cosas que al cuñadismo que molesta a Vox -y a algunos amigos del Presidente Pedro Sánchez- les parecerán intolerables. De hecho, ¿el imaginario de un burdel no tiene que parecerse a Barbieland? "Que Barbie sirviera para ahondar en el feminismo sería como si periodistas de derecha o de extrema derecha dijeran en las peleas de la izquierda quién tiene razón. Claro que pasa, pero es estúpido".
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