Rolando Espinosa, alcalde de la ciudad de Albuera en la provincia central de Leyte, se entregó al jefe de la policía nacional en agosto, después de que Duterte le pidiera a él ya su hijo Kerwin que se rindieran por su participación en el narcotráfico. Posteriormente Espinosa fue autorizado a regresar a su hogar pero el 5 de octubre fue arrestado por cargos de posesión ilegal de drogas y armas de fuego. Es el segundo ejecutivo del gobierno local muerto a tiros por la policía de la llamada "lista negra" o "narco-lista" del Presidente Duterte.
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