La visita de Felipe VI y Pedro Sánchez a Martorell (Barcelona) donde se encuentra la planta de Seat sirvió, como era previsible, para mostrar una imagen inequívoca de apoyo institucional a la industria del automóvil, tan golpeada por la pandemia. Pero, ni siquiera un proyecto tan importante para Cataluña consiguió finalmente la presencia de la Generalitat. Pere Aragonès canceló finalmente la asistencia del secretario general de la vicepresidencia económica, Albert Castellanos, para que no hubiera ningún representante del Govern en el acto.
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