Los olivareros coinciden en que en esta campaña del aceite de oliva están asistiendo a acontecimientos que no habían visto nunca y que se entreveran en una especie de tormenta perfecta. Por un lado está la sequía, que ya ha mermado la producción de aceite de oliva a la mitad. Por otro está un calor inédito para abril, que puede provocar otra reducción extraordinaria para la próxima campaña. Los precios, en máximos históricos. Y lo que nunca ha ocurrido: que los almacenes se están quedando vacíos.
|
etiquetas: aceite de oliva , precio histórico , desabastecimiento , sequía